El intenso poder depurativo, regenerativo, calmante y curativo de las Joyas del Báltico de Emocosmética, se debe a las peculiares características de estas misteriosas aguas que habitan en nuestro planeta
BARROS DEL BÁLTICO: Son arcillas, lodos y barros medicinales marinos. En él se encuentran restos de algas de diversos tipo, silicatos carbonatos, sulfatos, halogenuros (sal gema, fluorita,…), sulfuros y sulfosales, minerales, oligoelementos y hasta más de 250 componentes analizados hasta la fecha en los peloides marinos del báltico. ideales para requilibrar, desintoxicar, purificar, nutrir y fortalecer el sistema inmune.
SAPROPEL BÁLTICO: Es la sedimentación anóxica de materia orgánica e inorgánica del fondo marino, durante largos períodos de tiempo. Con incalculables propiedades sanadoras y un altísimo poder de penetración en el cuerpo humano.
SALES MARINAS: Consideradas medicinales, las sales del baltico, por su alto contenido en nutrientes y peloides que lo convierten en una joya para equilibrar, desintoxicar y purificar el organismo.
ÁMBAR BÁLTICO: Es el hogar del mayor depósito conocido de ámbar (80% del ámbar mundial). Con un altísimo contenido en ácido succínico, yodo, alcanfor y elementos electro-magnéticos. Activa la circulación, mejora la inmunidad y el equilibrio de los ácidos, estimula el tiroides, el corazón, el sistema nervioso y los riñones.
ÁMBAR GRIS: El ámbar gris es una secreción biliar que segregan algunos cachalotes y que quedan flotando en las aguas como extraños tesoros de la naturaleza. En las profundas fosas marinas del Báltico, se han encontrado enormes cantidades fosilizadas. Su principal uso ha sido medicinal y cosmético.
ANOMALÍA DEL BÁLTICO: Se le conoce a una formación de unos sesenta metros de diámetro, detectada en el fondo del Mar Báltico. En 2011, la Ocean X Team, una empresa de buceo dedicada a la caza de tesoros y reliquias bajo el mar, detectó una presencia inusual con una forma discoidal de 60 metros de diámetro y a 87 metros de profundidad.
La dificultad para estudiar esta anomalía, el fallo constante de los equipos electrónicos e informáticos que pretendían tomar imágenes y estudiarla, unida a la falta de coherencia en su forma y posible composición, fomentaron todo tipo de hipótesis que pasaban desde considerarla como restos de la ciudad perdida de la Antártida, como posibles estructuras creadas por civilizaciones desconocidas, plataformas secretas de alguna agencia de inteligencia, formaciones milenarias, restos geológicos de glaciaciones, yacimientos arqueológicos etc.
Desde entonces son cientos de teorías dispares que no paran de sucederse, aceptarse y desmentirse. Mientras, el misterio continúa, conforme se incrementa el enigma; una creencia popular se va instalando con fuerza en la zona y es que los enfermos comienzan a peregrinar hacia las aguas del báltico donde reside el extraño objeto y se van acumulando las sorprendentes declaraciones de aparentes y repentinas sanaciones.