Científicos del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, detecta, por primera vez, 11 compuestos químicos en la sangre del cordón umbilical de bebés recién nacidos. Entre ellos se encuentran algunos filtros ultravioleta (UV) utilizados en las cremas solares y parabenos de amplio uso en cosmética, ambos posibles causantes de efectos adversos en las etapas tempranas del desarrollo fetal e infantil. Estos resultados demuestran la transferencia de dichos compuestos entre la madre y el feto a través de la barrera placentaria. Los investigadores advierten de sus posibles efectos negativos y de la necesidad de un mayor seguimiento y regulación.
Dichas sustancias químicas generan una preocupación creciente, ya que se están detectando recientemente en una gran variedad de muestras y suponen un riesgo para la salud humana y el medioambiente.
En las muestras de cordón umbilical detectaron benzofenona-3 (oxibenzona), el filtro UV más utilizado a escala mundial para la protección solar y que actualmente está prohibido en algunos países. Este disruptor endocrino afecta a la reproducción y ocasiona un mayor riesgo de sufrir endometriosis, infertilidad y problemas durante la gestación y el parto.
Otro de los filtros UV es la avobenzona, detectado por primera vez en cordón umbilical en este trabajo. Esta sustancia es habitual en cremas solares y otras lociones corporales por su amplia protección frente a la radiación solar. El compuesto puede interferir con la acción natural de los estrógenos y favorecer el desarrollo de obesidad infantil.
Además, también se hallaron altas concentraciones de benzofenona-2, un conocido disruptor endocrino. Cabe señalar que en estudios previos estos investigadores ya hallaron este tipo de compuestos en placenta humana y en leche materna.
El problema de estos compuestos es que, al ser contaminantes de preocupación y detección reciente, la regulación no ha establecido un valor límite para la exposición humana. El equipo investigador señala que la principal vía de exposición a estos compuestos es por contacto dérmico.
Los patrocinadores del estudio, Environmental Working Group (EWG), buscaban rastros químicos utilizados de forma habitual en los productos de cuidado personal. Los resultados del estudio fueron alarmantes. Se encontraron una gran variedad de químicos en las muestras del cordón umbilical de los bebés, incluyendo los siguientes:
En general, estas sustancias son utilizadas en productos cosméticos como lociones, cremas, maquillajes y champús. Si bien los niveles de exposición variaban entre los bebés, la presencia de estos químicos en el cordón umbilical resalta la preocupación respecto a la exposición prenatal a sustancias que podrían ser dañinas.
Las sustancias de perfluoroalquilo y polifluoroalquilo (PFAS) existen en una amplia variedad y son utilizados por su capacidad para repeler el agua, el calor y las manchas.
Los químicos de cosméticos detectados en el cordón umbilical de los bebés plantean inquietudes acerca de los posibles efectos en la salud de los recién nacidos. Algunas de estas sustancias han sido asociadas con problemas endocrinológicos, alergias cutáneas e incluso posibles efectos carcinogénicos.
Si bien se necesita más investigación para comprender el alcance de estos efectos y establecer una correlación directa, la presencia de estos químicos en el cordón umbilical sugiere que los bebés están expuestos a ellos desde antes de nacer.
Además, un estudio reciente realizado por la revista Environment International menciona la relación entre la exposición prenatal a ciertas sustancias químicas orgánicas como pesticidas y fenoles con los trastornos de salud. A su vez, la exposición a los productos químicos permanentes, como los perfluororcarburos (PFAS), se relaciona con enfermedades metabólicas, como la obesidad y la diabetes; y alteraciones en el perfil lipídico en sangre.
Aunque los resultados del estudio generan preocupación, existen precauciones que los padres pueden tomar para proteger la salud de sus bebés. De hecho, la elección de los productos de cuidado personal libres de químicos nocivos es fundamental. Al leer las etiquetas de los productos y evitar aquellos que contengan ingredientes como triclosán, parabenos y ftalatos, también se minimiza la exposición a estos químicos.
Además, es importante fomentar prácticas de cuidado personal más naturales y sostenibles. Optar por productos orgánicos, hechos con ingredientes naturales y sin aditivos dañinos, es una alternativa más segura para el cuidado de la piel y el cabello del bebé.
Desde Emocosmética siempre hemos estado en contra del uso de ingredientes químicos de dudosa reputación, cuando existen ingredientes alternativos naturales. Eso sí, la alternativa es más cara, pero no tanto como para poner en juego nuestra salud.
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De los más de 1400 protectores que ha analizado el Environmental Working Group (EWG), tan sólo un 5% de ellos han cumplido con las normas de seguridad, y más del 40% se han valorado como potenciales responsables del cáncer de piel.
Algunas palabras clave para identificarlos son: Oxybenzone, benzophenone, dibenzoylmethane, camphor benzalkonium methosulfate, octocrylene, butyl methoxydibenzoylmethane, drometrizole trisiloxane, ethylhexyl methoxycinnamate, ethylhexyl triazone, retinyl palmitate, retinyl, methylisothiazolinone.
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