Tener un estado de ánimo armonioso, sentirnos con relax, optimismo, seguridad y con calma interior, es uno de los mejores antídotos contra la enfermedad que podemos disfrutar. Dicho así es fácil de entender pero lo difícil, para muchas personas, es lograrlo.
Y es que, a veces, no llevamos la vida que quisiéramos y tomamos decisiones que no nos gustan, a causa de cientos de presiones externas que aceptamos en nuestra vida, como grandes losas que tenemos que soportar.
Hay muchas personas que, por necesidad, realizan trabajos que no les hacen felices. Personas que cada día se levantan sintiendo que se están sacrificando porque no les queda más remedio; y que, en sus vidas, tienen que sufrir las consecuencias de sus decisiones pasadas, por mucho que les cueste o les duela.
La realidad es que estas personas deberían (y pueden) encontrar la manera de cambiar esa situación. Sí, es fácil decirlo pero no lo es tanto hacerlo, aunque ¿cuál es la alternativa? ¿Sufrir eternamente el desánimo y la cruel realidad de sentirnos con una insatisfacción permanente?
Lo ideal sería que mientras hacemos ese trabajo que tanta pesadumbre nos produce cada lunes y cada mañana, empezáramos a pensar qué es lo que sí nos gustaría hacer, y comenzáramos a buscar la manera de lograrlo. ¡Porque puede lograrse! Muchas personas trabajamos en aquello que fue nuestro sueño y muchas, cada mañana, se levantan con la ilusión de hacer lo que aman.
Por tanto, es posible lograr un cambio y disfrutar más de la vida. Es más, ¡Todos lo merecemos!
Y al igual que con el trabajo, debemos analizar la satisfacción y felicidad que nos proporciona nuestra casa, nuestra vida sentimental, nuestros hobbies, nuestra vida social, los amigos, nuestro aspecto físico, … ¡Y todo lo que no nos reporta Felicidad, debería ser eliminado o sustituido por una alternativa que nos enriquezca!
La vida debería ser como un gran Parque de Atracciones, donde las emociones que se disfrutan son intensas, agradables y divertidas. Nadie juega a lo que no le gusta CADA DÍA. Por eso, no deberíamos hacer nada que nos robe la sonrisa, ni someternos a “sacrificios” constantes, porque no es JUSTO.
Empezar a tomar conciencia de ello, hacer un compromiso con uno mismo y buscar la satisfacción en cada faceta de nuestra vida, es el salvoconducto que nos encaminará hacia esa vida armónica, alegre y saludable que nos hará brillar con la belleza que nos hace genuinos y únicos a cada uno de nosotros.
Y esto es algo que podemos comenzar a hacer AHORA MISMO.
